Gloria para Diego

Diego Armando Maradona se ha cubierto de gloria. Primero por conseguir la clasificación de Argentina para el Mundial 2010 y después por sus declaraciones cariñosas hacia los periodistas de su país. Sí, el seleccionador argentino quiso agradecer en la rueda posterior al partido frente a Uruguay el apoyo de los medios de comunicación al combinado nacional durante la fase de clasificación con una tierna dedicatoria: “Que la chupen y que la sigan chupando”. Y se quedó tan ancho.



Todo sea porque el mejor futbolista de la historia consiga desahogarse y liberar la presión acumulada tras huir de la repesca en el último partido. Los receptores de tan amables palabras son los de siempre, los culpables de todos los males y desgracias: personas que cobran por contar con la mayor objetividad posible un hecho o situación. En Argentina el fútbol es una religión y solo de pensar en la ausencia de esta selección en un mundial la sociedad argentina se paraliza. Como unos aficionados más los periodistas no pueden mantenerse al margen de la mala situación de un equipo que siempre enamoró con su juego y que ahora parece haber perdido el rumbo o quizá no lo encontró desde que Diego Armando Maradona tomó las riendas de la selección.

Nadie duda de la calidad futbolística del astro argentino. Maradona llevó a Argentina a la gloria y es líder espiritual de una toda una religión, pero debería asumir las críticas de la prensa deportiva como parte de este juego que le ha dado todo en la vida. Diego alcanzó el cielo y bajó al subsuelo por las malas influencias y su problema con las drogas, sin embargo siempre tuvo el apoyo de su país. Ahora que su situación personal es más estable y trabaja en lo que siempre había deseado, dirigir a su Argentina, Maradona debe poner todo su esfuerzo en convertir de nuevo a esta selección en una amante del balón y devolver la ilusión a toda una nación que en su día lloró por él.