sábado, 7 de noviembre de 2009

Jesús Navas da el OK


Los recién nacidos necesitan el calor materno para su desarrollo personal. Los niños necesitan a sus padres para que los eduquen. Los adolescentes necesitan a sus padres para que les den permiso y propinas. Y finalmente, los que no somos ni bebés, ni niños, ni adolescentes, necesitamos a nuestra familia para que de vez en cuando suelten alguna propinilla, pero sobre todo para conversar y sentir el apoyo y el calor de los nuestros.

Cada persona es un mundo y no todos afrontamos de la misma forma la hora de separarnos de nuestra gente, bien sea por motivos personales o profesionales. Hay quien necesita cierto espacio y quien no es capaz de superar la distancia.

Éste último es el caso de Jesús Navas González. El jugador sevillista, que ronda el cuarto de centena en lo que a edad se refiere, ha visto cortada su progresión como futbolista debido a la ansiedad que le provocaba separarse de su familia durante el tiempo que duraban las concentraciones. Esta afección le ha perjudicado sobre todo en su participación con la Selección Española de Fútbol, ya que las concentraciones con el combinado nacional suelen ser más duraderas y siempre fuera de la ciudad hispalense.

Ahora parece que Navas ha superado su ansiedad y está preparado para ir con España tan lejos como sea necesario, siempre que Vicente del Bosque lo considere oportuno. Esperemos que el joven sevillano se sienta arropado por sus compañeros y consiga olvidar durante el tiempo que dure la concentración que su familia está muchos kilómetros, a orillas del Guadalquivir.

Ah no… es verdad… la familia no se olvida nunca…

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