domingo, 8 de noviembre de 2009

Pero si el dinero no es lo más importante…


La crisis económica afecta a la mayoría de los españoles. Cientos de empresas en la quiebra, miles de trabajadores en el paro. Algunos han perdido el puesto de trabajo por el cual se llevaban levantando cada día desde hace muchos años. Otros observan impotentes cómo su familia no tiene qué llevarse a la boca. Entre tanto el Gobierno sube los impuestos para, supuestamente, ayudar a los más desfavorecidos. Si le suben los impuestos a un autónomo que ha conseguido sobrevivir a la crisis hasta casi ahogarlo, también tendrán que aumentar la fiscalidad de todos aquellos que no se preocupan por mirar el precio de ninguno de los artículos que compran, y que no pertenecen al grupo de productos de primera necesidad precisamente.

Ahora el Gobierno quiere acabar con la ‘Ley Beckham’, que en su día se implantó con el objetivo de atraer a los mejores científicos a las empresas españolas, y que ofrece un tipo impositivo menor a los trabajadores extranjeros. A esta ley se acogieron los clubes españoles para traer grandes fichajes, tanto en lo profesional como en lo económico. Ante la mala situación económica que atraviesa el país, los mandatarios españoles pretenden aumentar el tipo impositivo del 24% al 43%, es decir, casi doblarlo. ¿Cuál es el problema? Los clubes españoles deberán desembolsar más dinero por los grandes fichajes, aquellos cuya ficha supere los 600.000 € anuales, si quieren que éstos jueguen en nuestra Liga. Los futbolistas no están dispuestos a rebajar su salario y por eso los clubes hacen frente a los impuestos que éstos deben tributar, directa o indirectamente.

Esta modificación no tiene carácter retroactivo y, por tanto, sólo afectaría a aquellos fichajes que se realicen a partir del 1 de enero y cuya ficha supere la cifra antes mencionada. Así, los salarios de las grandes incorporaciones de este verano, como Cristiano Ronaldo, Kaká o Ibrahimovic, no correrían peligro.

La Liga de Fútbol Profesional (LFP), patronal del fútbol, ha amenazado con ir a la huelga, aunque parece que de momento los clubes han desestimado tal propuesta. Se dice que la calidad de la Liga podría disminuir si se confirma esta modificación en la ley. Recordemos que en la mayoría de países europeos los futbolistas tributan como todo hijo de vecino y el tipo impositivo ronda en casi todos los casos el 40%.

Así que a mí se me ocurren dos soluciones. Los futbolistas con grandes salarios pueden aprovechar estos dos meses que restan para finalizar el año y fichar por un club español, sea cual sea, ya que incluso accediendo a rebajar su salario el beneficio sería mayor para su bolsillo. En este caso, acuérdense de ese equipo que lleva el nombre de una bonita ciudad llamada Zaragoza, en la que se vive muy bien y la gente es muy hospitalaria.

La otra solución es que se olviden de la reforma de la ley y vengan a España cuando les apetezca. Quedan asegurados el sol, la playa, la paella, las cervecitas y el tinto de verano, las discotecas y los bares de tapas. Ah, y por supuesto, el flamenco y los toros. Y así de pasó echáis una mano a este país para que salga cuanto antes de la crisis. ¡Qué mejor forma de invertir en una buena causa!

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